La vuelta de las vacaciones siempre es dura, pero parece que esos días de desconexión nos han salido caros, porque el panorama para nuestro sector se ve más oscuro que en otras ocasiones.
Empezamos como no puede ser de otra manera con la siempre polémica plataforma de Lexnet, llegamos a agosto con una plataforma bombardeada, dejando libre acceso para todo aquel que quería mirar los expedientes ajenos pisoteando toda seguridad posible. Y volvemos con otro ataque que tuvo como resultado que miles de usuarios no pudieron acceder a la plataforma.
Para nuestro ministro de Justicia todo va perfecto y es que al parecer le ha buscado una nueva utilidad a esta vilipendiada herramienta, y no es otra que el control fiscal de nuestros expedientes. Ya que sale de la nada un convenio entre el Consejo General del Poder Judicial que abre las puertas para que Hacienda investigue los casos judiciales de abogados y procuradores con “trascendencia tributaria”.
Cerramos nuestros despachos con un asunto que todavía tiene cola, y es la reforma “express” de la Ley de Justicia Gratuita, donde a personas brillantes con mucho sentido común en alguna parte, pero no sabemos donde, se les ocurrió pensar que el Turno de Oficio debería ser obligatorio para todos los abogados Colegiados de este nuestro país. Para que luego nos hagan un traje nuevo a los abogados de oficio en películas infantiles.
Pensábamos que el asunto del Turno de Oficio se había terminado cuando todos festejamos con júbilo esa marcha atrás que dieron esos cerebritos, sobre aplicar el IVA a los asuntos del Turno, pero para nuestra intranquilidad, parece que nunca dejarán de sorprendernos. Agarrémonos las Togas con las futuras propuestas.
Por si fuera poco, se habla en todo el país de atascos de los juzgados destinados a ver los problemas con las hipotecas y eso que se han encargado de hacer leyes, que en contra del tema del verano, fueron publicadas muy rapidito para blindar a los que se lo guisan y comen todo, nuestros amigos los bancos.
Nos reiteramos en que no solo la vuelta al despacho es dura, sino que ahora más que nunca es totalmente vocacional. Porque, junto a un futuro muy adverso para nuestra profesión, las múltiples guerras que ya mantenemos con el resto de operadores jurídicos y con nuestros clientes, tenemos una realidad muy dolorosa, que es que muchos compañeros no pueden hacer frente al pago de las cuotas de la Mutualidad de la Abogacía, ni a sus cuotas colegiales.
Por todo ello, deberíamos hacer caso a esas voces de otros abogad@s, donde en sus blogs hablan de unir fuerzas para proteger nuestra profesión y nuestros intereses.
Que la Toga os acompañe.
TOGADAS